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Transición territorial y ecológica
Lograr la transición territorial y ecológica, significa desarrollar el potencial de cada región. La atención prestada a las entidades locales es una de las principales innovaciones en la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Limitar la expansión de las metrópolis, luchar contra las desigualdades, fortalecer la oferta de transportes y de infraestructuras sostenibles, conectar a las zonas rurales con las áreas urbanas, mejorar el acceso a los servicios básicos, regular el uso del suelo y del agua, preservar y restaurar la biodiversidad, promover la explotación sostenible de los recursos naturales y luchar contra la deforestación forman parte de las prioridades de la AFD.
Planear la urbanización
Las metrópolis, ciudades-mundo, pero también las ciudades medianas y pequeñas, crecen y se multiplican para absorber la mayor parte del incremento poblacional mundial. Ocupan apenas el 1 por ciento de la superficie terrestre, pero consumen 80 por ciento de la energía global y en ellas viven más de la mitad de los habitantes del planeta. En la actualidad, varias de ellas ya enfrentan escasez de agua.
El incremento de la población urbana plantea enormes retos de planeación urbana: planeación del territorio nacional con una cobertura urbana que favorezca la cohesión nacional; planeación urbana orientada hacia el desarrollo sostenible e inclusivo de las ciudades.
El grupo AFD promueve una movilidad fluida y no contaminante, ciudades compactas que garanticen un equilibrio entre espacio construido y áreas naturales, la preservación del recurso hídrico y la garantía de un acceso a los servicios básicos de calidad para todos los ciudadanos, en especial el acceso al agua potable y al saneamiento.
Por último, en un contexto de cambio climático, dedicamos esfuerzos para proteger a las poblaciones urbanas de las catástrofes naturales.
Promover un ordenamiento territorial sostenible en las
Adoptar en los territorios rurales trayectorias de desarrollo que conllevan beneficios económicos, sociales, políticos y ambientales es determinante para el futuro del planeta. En efecto, esos territorios enfrentan múltiples retos: satisfacer a una población mundial cada vez más importante y más exigente que reclama productos agrícolas, alimenticios o alimentarios (energía, fibras…), con mayor grado de transformación y más seguros. En ese sentido, deben reanudar con su función de territorios de oportunidad para la juventud, en términos de empleo y de calidad de vida, en particular en aquellos países que han empezado su transición demográfica.
La AFD contribuye a mejorar las condiciones de vida en las zonas rurales mediante el desarrollo de infraestructuras que conectan a la ciudad con el campo, y de servicios básicos más accesibles y más seguros para los más desfavorecidos. Respaldamos los proyectos que buscan consolidar la legitimidad y las competencias de las entidades locales en las zonas rurales.
Para impulsar el ordenamiento sostenible de los territorios rurales apoyamos políticas equilibradas y equitativas que valorizan y permiten la conservación de los recursos naturales (suelos, bosques). Contribuimos a establecer mecanismos de gestión integrada del recurso hídrico, para un uso sostenible y compartido entre todos los usuarios (agrícolas, industriales y domésticos.
Apoyamos la intensificación agroecológica para ofrecer a los agricultores perspectivas económicas sostenibles y empleos dignos, pero también para desarrollar una oferta de productos agrícolas de calidad que puedan satisfacer la demanda de las metrópolis y reducir los déficits comerciales. En todas las regiones, financiamos infraestructuras y renovaciones que contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a fortalecer la adaptación a los efectos del cambio climático.