Mejorar los servicios de saneamiento en Cochabamba

Sólo el 70% de las zonas urbanas de Bolivia tiene acceso al saneamiento. Más de la mitad de las aguas residuales recuperadas son vertidas al entorno natural sin tratamiento. Además, las plantas existentes tratan las aguas de manera parcial, debido a las debilidades técnicas y financieras de los operadores. Por ello, el acceso universal a los servicios de agua y saneamiento en el país es una prioridad del Gobierno nacional al horizonte 2025.

La carencia de infraestructura para el agua potable y el saneamiento es un problema al que se enfrenta en particular Cochabamba, la tercera ciudad del país, cuya población de 1,5 millones de habitantes no deja de crecer. Debido a la falta de saneamiento eficaz, el Río Rocha que atraviesa la ciudad está muy contaminado por los vertidos industriales y domésticos. Además, el déficit hídrico de la región lleva a los agricultores a utilizar las aguas residuales no tratadas directamente para riego, lo que afecta gravemente la salud de la población y el medio ambiente.

Frente a la gravedad de la situación y en un contexto de escasez de agua cada vez mayor, se ha establecido un plan director de agua y saneamiento para la zona metropolitana de Cochabamba.

La AFD financia un programa de construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) y redes asociadas en la aglomeración de Cochabamba. Las aguas residuales tratadas serán además reutilizadas de manera segura para el riego agrícola.

El préstamo financia también una asistencia técnica para la ejecución del proyecto, que apoyará al Ministerio de Medio Ambiente y Agua, y a los 7 municipios que integran el programa en la zona periurbana. Esta iniciativa contribuye a mejorar el marco sectorial de política y estrategias para el reúso de las aguas tratadas, y el desempeño de los operadores a través del apoyo a una gestión metropolitana y el fortalecimiento de capacidades. 

• Mejora de las condiciones de vida y salud de las poblaciones locales.
• Impacto socioeconómico positivo para la región, mediante la reducción de gastos de salud y la creación de empleos locales.
• Protección del medio ambiente y gestión sostenible de los recursos hídricos.
• Fomento de la resiliencia de la población al cambio climático en zonas de fuerte estrés hídrico.
• Mejora del marco sectorial de saneamiento (reúso de aguas tratadas para riego y desempeño de operadores).